Cada vez me convenzo más que podría estar ocurriendo un
extraño fenómeno de mitosis, en que la realidad que vivimos se esté dividiendo,
al menos en dos partes, tal como lo hace una célula para dar origen a una nueva
vida. Por un lado están las personas que llevan una vida común y no perciben
que esté ocurriendo nada muy especial; y por el otro, hay un grupo de personas,
que podríamos llamar “los buscadores”, aquellos que están firmemente comprometidos
a entender la vida y su propósito, y que están en su mayoría convencidos que
estamos viviendo en tiempos completamente fuera de lo común; e incluso muchos
de ellos sienten que estamos en uno de los momentos más trascendentales que
haya vivido la humanidad.
Más de una vez me he preguntado: ¿Cuál de los dos grupos tendrá
la razón? Pero últimamente he estado teniendo la fuerte sensación que podría
estar ocurriendo algo bastante insólito: que ambos grupos tengan la razón
dentro de su propia perspectiva (o nivel de vibración o dimensión).
Sé que no es algo fácil de aceptar, sin embargo, desde mi
perspectiva es bastante posible. Toda mi vida -sin buscarlo conscientemente- he
alternado con los grupos más dispares imaginables; siempre constatando que las
realidades y perspectivas de cada grupo son increíblemente disímiles, como si
pertenecieran a otro ámbito. Sin embargo, en estos tiempos parece como si todo
fuera a llegar a una especie de conclusión; (como plantean los Mayas que ocurre
al final de cada ciclo) Entonces me surge otra pregunta: ¿cómo pueden
realidades y perspectivas tan diferentes llegar a un desenlace común? Creo que
hay básicamente dos posibilidades: Ocurre algo tan grandioso en nuestro mundo
que nos hace cambiar a todos a un nuevo estado; o bien, la realidad se divide
acorde al estado de conciencia de los distintos grupos, con un desenlace
adecuado a cada uno de ellos.
Las profecías dadas para estos tiempos, consideran ambas
alternativas: Por un lado podrían ocurrir fenómenos insólitos que nos unieran,
ya sea en un espíritu solidario frente a una catástrofe; o bien, en una nueva
visión de la realidad producto de una gran revelación, como podría ser -por
ejemplo- el constatar que no estamos solos en el Universo.
Pero también hay muchas profecías que hablan de la posible
división de la humanidad. La Biblia dice que se separará la paja del trigo; también
dice: “estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado”.
Pueblos ancestrales (Mayas, indios Hopi, etc.) dicen que sólo
el que vive en armonía con la madre tierra y centrado en su corazón podrá
seguir viviendo en la nueva tierra. Muchos místicos y contactados también
predicen que sólo los que hayan elevado su nivel de conciencia podrá ascender, junto
con el planeta, a una dimensión superior.
Pero volvamos a la Tierra y a lo que -al parecer sólo
algunos- vemos que está ocurriendo:
En lo económico clara e innegablemente el mundo está pasando por una gran
crisis; y para muchos analistas serios, el sistema financiero está en gran riesgo
de un colapso global. En el plano socio-político, nadie puede negar que la
agitación que se está viviendo en el mundo es muy relevante, en especial cuando
vemos fuertes manifestaciones de gran descontento en países del primer mundo,
como España, Grecia, Estados Unidos, etc.
Y por otro lado está la tragedia de Siria, los graves incidentes en
Libia, Egipto y Etiopía; preocupantes disputas territoriales entre China y Japón;
y qué decir del conflicto de Israel con Irán, que involucra a Estados Unidos, e
indirectamente a China y Rusia; y que para muchos analistas podría desencadenar
la 3ª Guerra Mundial. Puede sonar
exagerado y hasta demencial pensar que alguien podría poner en riesgo a todo el
planeta atacando a Irán sin más argumento que el hecho que quizás éste país
algún día pueda ser una amenaza para la paz mundial. Sin embargo nuestra
historia lamentablemente tiene muchos de estos actos “dementes” que han dado
inicio a grandes tragedias. Historiadores
muy serios señalan que la mayoría de los grandes conflictos bélicos han
comenzado con un acto alevoso de agresión, perpetrado por ‘manos negras’ para
culpar a un tercero y así, justificar el inicio de una cruenta guerra. Una vez más digo que suena a demencia,
pero es parte de la realidad de nuestra humanidad, y ya es hora de que
despertemos a ella. Para el que no lo crea mencionaré solo un par de casos que
cualquiera puede investigar:
-En 1836 cuando se sabía que atacarían El Álamo, el General
Huston no acudió a protegerlo, sacrificándolo, para luego vencer a Santa Ana en
San Jacinto gritando “Recordad el Álamo”. Así EEUU se quedó con Texas,
California y Arizona.
-El 15 de febrero de 1898 una explosión provocó el hundimiento del acorazado
norteamericano “Maine” en aguas cubanas, muriendo 264 marineros y 20
oficiales. Estados Unidos culpó de
inmediato a España. Investigaciones de la propia marina americana concluyeron que
los marinos fueron inmolados por sus compatriotas.
-El dibujante Frederick Remington fue enviado a Cuba a
cubrir la guerra. El escribió: “No hay ninguna guerra aquí, pido se me regrese”. Randolph Hearst le telegrafió: “Quédese
allí, suminístrenos dibujos, y yo le suministraré la guerra”. Horas después del
autoatentado, Hearst, pasando por encima del director del diario, tituló en
portada: “El Maine partido en dos por un
infernal artefacto del enemigo” luego el lema sería: “Recordad el
Maine”
Así se ha ido tejiendo nuestra historia y lamentablemente
lo sigue haciendo de igual forma. Es de esperar que esto cambie pronto, pero no
podemos cantar victoria antes de tiempo.
Entiendo que al escuchar estas cosas dan ganas de taparse
los oídos, negarlo todo y maldecir al que las dice; pero esa no es la forma de
sanar estas profundas heridas. De hecho, según la sabiduría de los pueblos
ancestrales, nos encontramos en el final de un ciclo, saliendo de la parte más
oscura de éste (“La noche de la Galaxia” para los Mayas, el Kali Yuga para los
Vedas) y es de vital importancia que veamos clara y directamente las partes más
oscuras de nuestra sociedad humana, para que podamos tomar conciencia de lo que
hemos hecho, procesar toda esta información, asumir nuestra propia
responsabilidad como integrantes del colectivo humano; para después aceptar,
pedir perdón, perdonar y finalmente sanar todas las heridas del alma colectiva
y poder entrar renovados y “re-nacidos” en el próximo ciclo. (El amanecer de la
Galaxia)
Antes de hablar de qué es y qué significa este nuevo ciclo,
es muy necesario mencionar a ciertos actores que son -y serán cada vez más-
relevantes dentro de éste; me refiero a los “exo-terrestres” a los seres que
han venido desde otros lugares del Universo a participar de este gran “Cambio
de Era” y sin los cuales tendríamos muy poca información sobre lo que esto
puede significar, pues seguramente ni los Sumerios, Egipcios, Mayas, Aztecas,
Incas, Hopi, etc., entenderían mucho de qué se trata todo este proceso si no
hubiesen sido instruidos por ellos.
Es importante entender que el solo hecho de aceptar la idea
de que no estamos solos y que formamos parte de una comunidad muchísimo
mayor, es un paso fundamental en este gran cambio, y quizás sea la esencia
misma del nuevo ciclo al que estamos entrando.
Por un lado, nuestros hermanos mayores del espacio, nos
ayudarán a conocer y entender mejor nuestra propia historia, esto debido a que
claramente hemos sido víctimas de una vasta manipulación y ocultamiento de
información, aparentemente orquestada por algunas razas -también
exo-terrestres- que habrían tenido
como objetivo, desde ayudarnos a evolucionar hasta manipularnos e incluso
esclavizarnos.
¿Cómo podemos estar seguros que esta vez, al abrirnos a la
gran comunidad galáctica no seamos manipulados y esclavizados? No lo sabemos, no podemos estar
seguros. Sin embargo tengo la
absoluta convicción de que ha llegado la hora de “salir del cascarón”, ya no
podemos seguir ocultándonos como niños en las faldas de la mamá. No podemos
seguir evadiendo la realidad como niños cobardes e inseguros; las evidencias de
que no estamos solos son simplemente abrumadoras; la única forma de seguir
negándolo es entregándonos complacientemente al absurdo discurso del ‘gobierno
secreto mundial’, esta élite que nos controla y considera que la gente es
estúpida e incapaz de lidiar con la verdad y por eso nos ofrece una “versión
oficial” en la cual no debemos preocuparnos de nada, excepto de trabajar de sol
a sol y juntar riquezas, que cada cierto tiempo ellos cosechan, con un
ingenioso método que suelen llamar “Crisis Financiera”.
¿Este es el estado de miseria y esclavitud en el que
quieres seguir viviendo?
Si es así, te tengo una buena noticia: Es muy probable que
puedas hacerlo.
Según muchas fuentes (pueblos ancestrales, contactados,
exo-terrestres, místicos, psíquicos, etc.) podría ocurrir que la humanidad se divida, en al menos dos
partes, y que una de ellas ascienda a una dimensión superior de existencia y la
otra –la de aquellos que se resisten tenazmente al cambio- podrá seguir
viviendo un tipo de realidad muy similar a la que tenemos hoy… quizás pasando primero por un periodo
de ajustes, turbulencia e incertidumbre. Incluso yo he llegado a pensar en la
posibilidad -metafísica- de que estos últimos ni siquiera se enteren de que
parte de la Humanidad ascendió a un nivel superior de existencia. Esto podría explicarse por la teoría
-muy avalada por la ciencia- de los Universos paralelos. O bien se podría
explicar de la forma que lo plantea la psíquica Dolores Cannon con la siguiente
imagen: Una persona asciende a una dimensión superior, dejando su viejo cuerpo
atrás, mientras otra persona que no pudo ascender contempla el cuerpo sin vida
y dice: “Pobrecito, malgastó toda su vida soñando con un ‘proceso de ascensión’
que nunca ocurrió.”
¿Triste? ¿Patético?
No, la verdad es que cada persona tiene el derecho de avanzar a su ritmo
en esta experiencia de la existencia humana; y por cierto, nadie tiene derecho
a presionar a otro para que abandone una realidad en la cual se siente cómodo. ¿Qué
sentido tendría?
Ahora bien, para los indecisos: aquellos que están cansados
de esta pesada y densa realidad, pero que les cuesta mucho creer que hay una
alternativa; y sin embargo, quieren entender cómo sería… entonces digamos lo
siguiente:
Imagina un mundo donde no haya miseria, hambre, enfermedades,
guerras, terrorismo, delincuencia, explotación, abusos, perversiones, peligros,
crueldad, muerte, etc. Un lugar
donde todo sea bello y armonioso; la gente amable, cariñosa, generosa y
solidaria. Donde haya recursos y
bienes para todos, donde se trabaje sólo por diversión y satisfacción. Donde todos gocen de salud, juventud y
belleza. ¿Te cuesta imaginar que esto es posible? Bueno quizá ese es el único impedimento para que tú puedas
acceder a esa dimensión: “El simple hecho de no poder creerlo.” ¿Y a qué puede deberse eso? Simplemente a que aún no te has
decidido a ser tú mismo todas esas cosas: Totalmente honesto, pacífico, amable,
cariñoso, generoso, solidario, etc.
Podrás decir que no ganas nada con serlo tú si los demás no lo son. Pero quizá estemos justo en un tiempo
en el cual esa pobre excusa ya no funcione más y ahora quede en evidencia quién
es quién, porque cada uno será de algún modo “movido” hacia una realidad que
refleje exactamente su forma de pensar, sentir y actuar. Las personas de buen corazón vivirán en
sus propios paraísos; mientras la gente que siempre anda culpando a los otros
de sus males y dando eso como excusa para no comportarse bien; tendrá justo lo
que busca: múltiples excusas para su pobre comportamiento.
La decisión –como siempre- es tuya.