Mientras en “Fantasy
Land” todo sigue normal, en el mundo -un poco más real- los eventos parecen
acelerarse hacia el gran cambio. Tambores de guerra en el Medio Oriente,
poderosos banqueros al borde de la cárcel, indicios de que el Gobierno Mundial
quiere consolidarse, y rumores de que grandes anuncios podrían cambiar
profundamente el panorama mundial.
Ya estamos en marzo de 2012, en el hemisferio sur hemos
recién comenzado el año laboral y mientras en el mundo cotidiano -el mundo casi
feliz donde vivimos la mayor parte del tiempo- todo sigue bastante normal
(salvo por los grandes conflictos y escándalos entre los personajes de los
“Reality Shows” de la TV ),
en el plano un poco más real que afecta al destino del mundo, los eventos
parecen acelerarse de una manera que nos hace pensar que estamos entrando en
tierra derecha en la carrera hacia el Gran Cambio que tanto se ha profetizado
para el año 2012.
La situación en el medio oriente está cada vez más candente,
Israel parece totalmente decidido a atacar a Irán si las presiones
internacionales no dan resultado, mientras este último insiste en que su plan
nuclear es con fines pacíficos y por tanto no renunciará a él. Estados Unidos por
su parte, también parece estar listo para entrar en esta guerra, y si esto ya
es bastante preocupante, lo es más aún por el hecho de que estaría dispuesto a
hacerlo incluso sin la autorización de su propio Congreso, sólo con mandatos de
la OTAN y la ONU , según señaló el secretario
de defensa de EEUU León Panetta ante el Congreso.
Esta situación me parece tan preocupante como la guerra
misma, porque implica que podemos estar “ad-portas” de la consolidación del
temido “Gobierno Mundial” que comenzaría a reemplazar la soberanía y el orden
jurídico de los países. Temido, no por la idea en si -que podría ser buena-,
sino por las altamente sospechosas agendas de los que manejan las instituciones
internacionales.
Volviendo al caso específico del gobierno de EEUU decidiendo
participar de esta impredecible guerra sin la aprobación de su propio
Congreso, es especialmente grave si
consideramos que el cuerpo de legisladores -democráticamente elegidos- es
prácticamente la única instancia de ese país que tiene cierta independencia de
la obligación de alinearse siempre con los intereses de Israel, aunque no coincidan
necesariamente con los de su propio país.
Ahora bien, ¿es legítima la posición de Israel y EEUU de que
Irán no tiene derecho a desarrollar su plan nuclear bajo ninguna circunstancia?
Por un lado se puede decir que sí, porque supuestamente Irán es un país poco
confiable, de gente fanática y no es bueno que cuente con una tecnología
potencialmente destructiva. También
podríamos decir que sí, simplemente porque siempre es bueno que un país no
tenga tecnología que permita la destrucción masiva.
Pero, entonces deberíamos preguntarnos: ¿Son EEUU e Israel
países tan confiables y pacíficos que sí tienen derecho a tener dicha
tecnología? Esta es la gran pregunta
-políticamente incorrecta- que los que detentan el poder no
quieren que se haga.
Por otra parte, considerando que tanto Rusia como China han
manifestado su total rechazo a un ataque militar a Irán -y siguiendo con las
preguntas políticamente incorrectas- podríamos cuestionarnos: ¿Será la razón
que se da, la verdadera motivación para amenazar al mundo con lo que podría
derivar en una 3ª Guerra Mundial?
Personalmente creo que el argumento en que se basa todo este
asunto, de que Irán podría a futuro desarrollar armas de destrucción masiva,
suena demasiado parecido al argumento que se usó para invadir Irak.
Justificación que –como muchos sospechamos desde un principio- resultó ser
total y fraudulentamente falsa. Entonces, ¿es lógico volver a creer tan
ciegamente en el mismo argumento?
¿Y cuál sería entonces la razón para poner al mundo al borde
de la destrucción total?
La verdad es que hay muchas –aunque estúpidas- razones para
esta amenaza.
Por una parte, EEUU es un país que está al borde de la
quiebra -por no decir que ya está quebrado hace tiempo- y lo está, entre otras
razones, porque su economía se basa fuertemente en su complejo militar
industrial; el cual a la vez, depende de que el mundo esté constantemente en
pie de guerra; y mientras más grandes son los problemas de la economía
norteamericana, más grande debería ser la guerra.
Por otro lado, EEUU está quebrado porque ha creado un
sistema financiero tan insano que ha llegado a un punto donde se ha vuelto
insostenible y ya no existe una forma “tranquila” de salir de la crisis. No hay
forma de que EEUU pueda pagar su deuda (ya
supera el 100% del PIB [15,3 billones de dólares]) y lo más grave de todo es que ya no hay forma
de que EEUU pueda mantener por mucho tiempo el privilegio de tener el monopolio
para imprimir a voluntad la moneda oficial del comercio mundial: el dólar, que
desde el año 1933 ni siquiera tiene un respaldo (comodity) que implique que
tiene un valor real, más allá del respaldo que significa tener un gigantesco
aparato militar. Incluso este respaldo estaría en duda últimamente por voces
que hablan de un profundo descontento dentro de las fuerzas armadas
norteamericanas con la unidireccional línea política y económica que ha seguido
el gobierno -especialmente desde la 2ª Guerra Mundial- y que sienten que cada
vez tiene menos que ver con los verdaderos intereses del pueblo
norteamericano.
Y estos “otros intereses” que han animado a Washington a
seguir una política unidireccional a lo largo de los años –sin importar quién
ocupe la casa blanca- están relacionados de varias maneras con la supuesta
conveniencia de amenazar al mundo con una gran guerra.
Una de las razones para distraer la atención hacia un
posible conflicto entre Israel e Irán, es el gravísimo hecho de que ha
comenzado a cundir serias acusaciones a importantes actores del sistema
financiero (muchos ligados de una u otra forma a Israel) que apuntan a un
escándalo sin precedentes en la historia financiera. Uno de esos escándalos
afecta nada menos que a Timothy Geithner, el actual Secretario del Tesoro de
EEUU implicándolo en un delito de ocultación de información en beneficio de
Goldman Sachs que podría incluso llevarlo a la cárcel. Es importante tener en
cuenta que para los menos crédulos, en EEUU es el Secretario del Tesoro el que
realmente detenta el poder. [2]
Existen muchas otras razones estratégicas para querer anular
la relevancia de Irán en el Medio Oriente, pero ese análisis lo dejaremos para
más adelante, por ahora sólo diré que estamos en el año 2012 y a mí me parece
que este año es el “dead line” para cualquier intento de dominación mundial;
¡es ahora o nunca!
En realidad yo estoy seguro que la dictadura mundial, que
por cientos o miles de años se ha perseguido con tanto esfuerzo y eficacia ya
no se va concretar, pero esto lo digo basado en mi fe y en mi creencia en la
intervención de actores “externos” que de una u otra forma están alineados con
la voluntad de la providencia. Pero si
nos quedamos en un análisis puramente terrenal, entonces podríamos decir que el
mundo está “sentado en un polvorín” y podemos ver cómo varios actores se
acercan con fósforos encendidos.