lunes, 16 de junio de 2014

Del Libro: "Las Claves de la Plenitud de Dalom". 


"Desde niño pensaba que lo más importante en la vida era escuchar a Dios para que me guiara en mis decisiones, lo que incluía seguir las enseñanzas de Jesús. Con el paso de los años me di cuenta que casi nadie más hacía eso; todos seguían las enseñanzas y filosofías de los hombres. Esto a menudo me confundió y muchas veces terminé haciendo lo mismo: actuando según los consejos y la sabiduría humana, que normalmente eran un tanto contradictorias con las enseñanzas de Jesús y lo que sentía que Dios me mostraba en mi interior. Gracias al Cielo, hoy puedo decir con seguridad, que en mi vida terminaron primando claramente la guía de Jesús y de Dios. Ahora puedo disfrutar de una gran paz interior y de una vida muy cercana a la plenitud. Y lo que me falta para llegar a la dicha plena es simplemente abandonar los últimos resabios de la sabiduría humana que aun quedan en mi mente y entregarme totalmente al amor incondicional de Dios, perdonando cada pequeña cosita que aun no he perdonado, aceptando por completo a cada persona que aun no he aceptado totalmente, dejando de lado todo juicio de condena que aun albergue mi mente y mi alma. Pero siento que la batalla ya está ganada, porque veo que cada día confío más en Dios y menos en la sabiduría de este mundo. Y al mismo tiempo, veo que mi bienestar aumenta cada día en la misma medida que voy reemplazando un sistema de pensamiento por el otro. Sólo me apena un poco constatar que hay tanta gente, que por distintas razones, no es capaz de seguir este mismo camino. Pero a la vez tengo total confianza que absolutamente todos los hijos de Dios, tarde o temprano, caminarán este mismo camino; el Camino que comenzó Jesús y que hasta nuestro hermano más pequeño está destinado a caminar algún día, hasta el glorioso final de la dicha infinita."