martes, 26 de febrero de 2013


¿Qué ha ocurrido con el Gran Cambio?

¿Hay señales de que el gran cambio que esperábamos cercano al 21-12-12 se esté produciendo?  Si y no.  Para la mayoría de las personas que esperábamos un evento notorio alrededor del 21 de diciembre hay una buena dosis de decepción, pues aparentemente no ocurrió nada relevante. Sin embargo, hay que reconocer que los indicios de que el gran cambio se produciría en forma casi instantánea, eran mucho menores que los que indican lo contrario; fue más bien el gran entusiasmo el que nos llevó -a medida que se acercaba la fecha- a desear y anunciar que podía ser un evento apoteósico que cambiaría el mundo en un abrir y cerrar de ojos.

Pero aquí estamos, comenzando el año laboral 2013 y asumiendo que los cambios en nuestra realidad difícilmente serán de la noche a la mañana, nos seguimos preguntando:

¿Está realmente ocurriendo el Gran Cambio?
A pesar de que mucha gente ya está cansada de las predicciones y tiende a reaccionar con desconfianza y hasta molestia ante los nuevos vaticinios, igualmente me atrevo a decir, con mucha convicción, que en estos momentos abundan las señales de que el Gran Cambio sigue su avance a paso firme.

Una de las cosas que no debemos perder de vista es que aunque los grandes cambios que los medios de información alternativos –y yo mismo- hemos anunciado hasta ahora no se han cumplido… no es menos cierto que gran parte de lo que nos dicen los medios de comunicación masiva son mentiras; mentiras que buscan perpetuar la esclavitud de la raza humana bajo el dominio de una “elite” mundial que no parece tener ni ética ni moral. Nos tratan de convencer –por ejemplo- de que las guerras y las matanzas son necesarias para nuestro bienestar futuro. Nos quieren hacer creer que las crisis económicas son accidentales cuando en realidad,  a través de sistemáticas estafas bancarias mantienen al ciudadano común trabajando de sol a sol por una remuneración que mínimamente alcanza para sobrevivir; impidiendo así, que la gente tenga tiempo para pensar y cuestionar el sistema. 

Entonces ¿qué tan descabellado puede ser creer en los ET, que desde finales de la década de los 40’ -cuando comenzamos irresponsablemente a detonar bombas atómicas-  nos vienen advirtiendo que debemos detener estas barbaridades?

Dicho lo anterior… ¿quiénes son los locos? los que escuchamos estos mensajes que nos instan a dejar de asesinar indiscriminadamente a niños e inocentes por doquier… o los que se tragan -sin más- la filosofía de que el terrorismo sólo se terminará a través de más y peores actos de terrorismo. Como ejemplo de esto, tenemos la masacre que llevan a cabo en Siria los mercenarios de la “elite” que ya han provocado más de 60.000 muertes. ¿O eres tú uno de los ingenuos que se traga la versión oficial de que las milicias que están combatiendo -de igual a igual contra el poderosísimo ejército Sirio- es simplemente el resultado de una espontánea protesta ciudadana?     

Entonces, si claramente no podemos confiar en la siniestra “elite” que gobierna nuestro planeta desde las sombras,  ni en sus controlados medios de comunicación masiva, ¿en quién podemos confiar?   Si decidimos que antes de recurrir a los ET debemos buscar la información en medios de comunicación alternativos e independientes, entonces nos encontraremos con la desalentadora visión de que estamos al borde de una gran catástrofe: El inminente colapso del sistema financiero, revuelta civil en Estados Unidos, ataque terrorista de “falsa bandera”, guerra de alcance global en el medio oriente, el inicio del gobierno mundial, la elección del último Papa, la subida al poder del anticristo, etc.   

Por todo esto, para mí es claro que el factor ET es un elemento esencial en la esperanza de que se puedan evitar todas estos escenarios fatídicos y podamos por fin vivir en un mundo de paz y esperanza.  No estoy diciendo que los extraterrestres sean nuestros “salvadores” y que van a venir del cielo a solucionar todos nuestros problemas; sin embargo, es claro para mí, que sin un poco de ayuda externa es prácticamente imposible que podamos anular a la poderosa fuerza oscura que tiene cautiva a la humanidad; y la razón principal es que abundan los indicios de que esta fuerza oscura tampoco es puramente interna sino una alianza entre ET y los humanos de la elite gobernante.

Esta sería también la razón por la cual los poderes gobernantes niegan con tanta fuerza la presencia ET; y  por eso, la tan anunciada “desclasificación” de la  información ha sido tantas veces postergada. Sin embargo, todo parece indicar que pronto, el peso de las evidencias vencerá definitivamente este poderoso ocultamiento por parte de seres humanos inescrupulosos que han vendido a sus congéneres, movidos por su insaciable sed de poder.

¿Y qué otras señales nos confirman que estamos al borde de un gran cambio?

Sin duda, la más poderosa es la renuncia del Papa,  que fue una enorme sorpresa para todo el mundo, incluso para mí, a pesar de haberlo anunciado públicamente hace un año (a través de Facebook.)  Como sabemos, la renuncia de un Papa es algo que nunca había ocurrido en la historia moderna de la Iglesia (en 600 años)  ¿Y por qué algunos lo esperábamos?  Porque dentro de los observadores de la Iglesia era un secreto a voces que se estaba librando una gran batalla al interior del Vaticano; y la caída -o la renuncia- del Papa era una posibilidad cierta. Sin duda el elemento más inquietante en todo esto (y directamente relacionado con la lucha interna del Vaticano y con la idea de que nos encontramos en los tiempos finales) se encuentra en la profecía de San Malaquías, según la cual el sucesor de Benedicto XVI será el último Papa de la Iglesia Romana y jugaría un rol fundamental en los eventos finales.  Ya sea –y Dios quiera- como un reformador y defensor de la cristiandad;  o como lo dicen varias profecías: como el falso profeta que pavimenta  el camino para la subida del anticristo al poder.  Para saber cuál de estos dos escenarios es el más probable debemos observar en qué quedan las gravísimas acusaciones de corrupción al interior del Vaticano; y también deberemos estar atentos a cómo se desarrolla el
cónclave.  Será tranquilizador si todo se desarrolla en paz y serenidad; y será muy preocupante si se produce una gran confusión, en la cual parece no haber acuerdo en cuanto a quién será el sucesor de Pedro.     

Por último, una señal inquietante.  A primera vista el paso del Asteroide DA-14 rozando la Tierra (el paso más cercano registrado en la historia moderna) puede ser considerado un evento casual y sin significado; sin embargo, el hecho de que justo el mismo día haya caído un meteorito en Rusia provocando gran destrucción (la mayor de la historia reciente) es algo totalmente fuera de las estadísticas. ¿simple casualidad?  Ya lo veremos…

miércoles, 20 de febrero de 2013

El Juego de la Vida

Para una persona que lo ha pasado muy mal en la vida, la idea de que ésta es un juego puede sonar muy ofensiva, sin embargo, si creemos que existe un Creador –y uno decente– no podemos menos que reconocer que la vida con todas sus dificultades no puede ser otra cosa que un especie de juego; pues existiendo un Dios bueno, todopoderoso y que nos ama incondicionalmente, es evidente que podría solucionar cualquier problema con un simple chasquido de dedos. 

¿Por qué no lo hace? Esa es la parte dura del juego, el respeto que él tiene por nuestro libre albedrío, por nuestra voluntad de experimentar, y en especial, de hacerlo sin conciencia de que es un juego, donde el peligro en último término no es real. Podría parecer algo cruel de su parte, pero ¿qué diríamos si Dios simplemente prohibiera este juego? seguramente le tildaríamos de tirano, dictador e intolerante. No digo que sea esa la razón específica por la cual lo permite, pero debería ser suficiente justificación para nosotros. 

No obstante, lo que yo definiría como la razón de fondo, es que la libertad es una característica intrínseca de Dios, la cual nosotros en forma natural hemos heredado; por lo tanto, jamás podríamos alcanzar la completa paz si no tuviéramos la libertad de experimentar todo aquello que quisiéramos. 

En cuanto a la eterna pregunta de por qué en este juego deben sufrir las víctimas inocentes, diré que en todo este libro he tratado de demostrar que no existen las víctimas, que todo lo que nos ocurre: o hemos elegido directamente vivirlo, o lo hemos elegido en un nivel inconsciente, o bien, se lo hemos deseado a alguien más, que es otra forma de elegir esa experiencia. En conclusión, el juego de la vida será tan cruel o tan maravilloso como cada uno lo decida. 

Aunque la mayoría de la gente proteste con comprensible vehemencia: ¡Yo no elegí este cáncer! ¡Yo no elegí ser abusada! ¡Yo no elegí perder un hijo! etc. Me asiste la total convicción de que si pudiéramos ver el cuadro completo –la visión cósmica– comprenderíamos que sí lo hemos elegido; la mayoría de las veces sin saber cómo ni cuando. 

¿Por qué elegimos vivir experiencias que nos causan dolor? 

En muchos casos creo que se debe a que una inteligencia superior nos hace ver que necesitamos vivir esa experiencia para aprender algo. 

¿Pero hay experiencias dolorosas que se podrían evitar? 

Sin duda que sí, pues la mayor parte de las experiencias dolorosas las elegimos por ignorancia y por falta de entendimiento; e incluso en aquellos casos que mencionábamos antes, en que un ser superior nos aconseja pasar por una situación dolorosa, se debe a que hemos llegado a una encrucijada, que también ha sido producto de nuestra falta de discernimiento, sabiduría y visión.

Por esto es que insisto tanto en la importancia de ampliar la conciencia, pues de ello depende que entendamos cómo y por qué elegimos el sufrimiento. Sólo así estaremos en condiciones de elegir acertadamente lo que realmente queremos de esta vida.