miércoles, 3 de octubre de 2012

¿Puede estar dividiéndose la realidad?




Cada vez me convenzo más que podría estar ocurriendo un extraño fenómeno de mitosis, en que la realidad que vivimos se esté dividiendo, al menos en dos partes, tal como lo hace una célula para dar origen a una nueva vida. Por un lado están las personas que llevan una vida común y no perciben que esté ocurriendo nada muy especial; y por el otro, hay un grupo de personas, que podríamos llamar “los buscadores”, aquellos que están firmemente comprometidos a entender la vida y su propósito, y que están en su mayoría convencidos que estamos viviendo en tiempos completamente fuera de lo común; e incluso muchos de ellos sienten que estamos en uno de los momentos más trascendentales que haya vivido la humanidad. 

Más de una vez me he preguntado: ¿Cuál de los dos grupos tendrá la razón? Pero últimamente he estado teniendo la fuerte sensación que podría estar ocurriendo algo bastante insólito: que ambos grupos tengan la razón dentro de su propia perspectiva (o nivel de vibración o dimensión).

Sé que no es algo fácil de aceptar, sin embargo, desde mi perspectiva es bastante posible. Toda mi vida -sin buscarlo conscientemente- he alternado con los grupos más dispares imaginables; siempre constatando que las realidades y perspectivas de cada grupo son increíblemente disímiles, como si pertenecieran a otro ámbito. Sin embargo, en estos tiempos parece como si todo fuera a llegar a una especie de conclusión; (como plantean los Mayas que ocurre al final de cada ciclo) Entonces me surge otra pregunta: ¿cómo pueden realidades y perspectivas tan diferentes llegar a un desenlace común? Creo que hay básicamente dos posibilidades: Ocurre algo tan grandioso en nuestro mundo que nos hace cambiar a todos a un nuevo estado; o bien, la realidad se divide acorde al estado de conciencia de los distintos grupos, con un desenlace adecuado a cada uno de ellos.  

Las profecías dadas para estos tiempos, consideran ambas alternativas: Por un lado podrían ocurrir fenómenos insólitos que nos unieran, ya sea en un espíritu solidario frente a una catástrofe; o bien, en una nueva visión de la realidad producto de una gran revelación, como podría ser -por ejemplo- el constatar que no estamos solos en el Universo. 

Pero también hay muchas profecías que hablan de la posible división de la humanidad. La Biblia dice que se separará la paja del trigo; también dice: “estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado”.
Pueblos ancestrales (Mayas, indios Hopi, etc.) dicen que sólo el que vive en armonía con la madre tierra y centrado en su corazón podrá seguir viviendo en la nueva tierra. Muchos místicos y contactados también predicen que sólo los que hayan elevado su nivel de conciencia podrá ascender, junto con el planeta, a una dimensión superior.    

Pero volvamos a la Tierra y a lo que -al parecer sólo algunos- vemos que está ocurriendo:
En lo económico clara e innegablemente  el mundo está pasando por una gran crisis; y para muchos analistas serios, el sistema financiero está en gran riesgo de un colapso global. En el plano socio-político, nadie puede negar que la agitación que se está viviendo en el mundo es muy relevante, en especial cuando vemos fuertes manifestaciones de gran descontento en países del primer mundo, como España, Grecia, Estados Unidos, etc.  Y por otro lado está la tragedia de Siria, los graves incidentes en Libia, Egipto y Etiopía; preocupantes disputas territoriales entre China y Japón; y qué decir del conflicto de Israel con Irán, que involucra a Estados Unidos, e indirectamente a China y Rusia; y que para muchos analistas podría desencadenar la 3ª Guerra Mundial.  Puede sonar exagerado y hasta demencial pensar que alguien podría poner en riesgo a todo el planeta atacando a Irán sin más argumento que el hecho que quizás éste país algún día pueda ser una amenaza para la paz mundial. Sin embargo nuestra historia lamentablemente tiene muchos de estos actos “dementes” que han dado inicio a grandes tragedias.  Historiadores muy serios señalan que la mayoría de los grandes conflictos bélicos han comenzado con un acto alevoso de agresión, perpetrado por ‘manos negras’ para culpar a un tercero y así, justificar el inicio de una cruenta guerra.  Una vez más digo que suena a demencia, pero es parte de la realidad de nuestra humanidad, y ya es hora de que despertemos a ella. Para el que no lo crea mencionaré solo un par de casos que cualquiera puede investigar:
-En 1836 cuando se sabía que atacarían El Álamo, el General Huston no acudió a protegerlo, sacrificándolo, para luego vencer a Santa Ana en San Jacinto gritando “Recordad el Álamo”. Así EEUU se quedó con Texas, California y Arizona.  
-El 15 de febrero de 1898 una explosión  provocó el hundimiento del acorazado norteamericano “Maine” en aguas cubanas, muriendo 264 marineros y 20 oficiales.  Estados Unidos culpó de inmediato a España. Investigaciones de la propia marina americana concluyeron que los marinos fueron inmolados por sus compatriotas. 
-El dibujante Frederick Remington fue enviado a Cuba a cubrir la guerra. El escribió: “No hay ninguna guerra aquí, pido se me regrese”.  Randolph Hearst le telegrafió: “Quédese allí, suminístrenos dibujos, y yo le suministraré la guerra”. Horas después del autoatentado, Hearst, pasando por encima del director del diario, tituló en portada: “El Maine partido en dos por un infernal artefacto del enemigo” luego el lema sería: “Recordad el Maine”      
Así se ha ido tejiendo nuestra historia y lamentablemente lo sigue haciendo de igual forma. Es de esperar que esto cambie pronto, pero no podemos cantar victoria antes de tiempo. 

Entiendo que al escuchar estas cosas dan ganas de taparse los oídos, negarlo todo y maldecir al que las dice; pero esa no es la forma de sanar estas profundas heridas. De hecho, según la sabiduría de los pueblos ancestrales, nos encontramos en el final de un ciclo, saliendo de la parte más oscura de éste (“La noche de la Galaxia” para los Mayas, el Kali Yuga para los Vedas) y es de vital importancia que veamos clara y directamente las partes más oscuras de nuestra sociedad humana, para que podamos tomar conciencia de lo que hemos hecho, procesar toda esta información, asumir nuestra propia responsabilidad como integrantes del colectivo humano; para después aceptar, pedir perdón, perdonar y finalmente sanar todas las heridas del alma colectiva y poder entrar renovados y “re-nacidos” en el próximo ciclo. (El amanecer de la Galaxia)   

Antes de hablar de qué es y qué significa este nuevo ciclo, es muy necesario mencionar a ciertos actores que son -y serán cada vez más- relevantes dentro de éste; me refiero a los “exo-terrestres” a los seres que han venido desde otros lugares del Universo a participar de este gran “Cambio de Era” y sin los cuales tendríamos muy poca información sobre lo que esto puede significar, pues seguramente ni los Sumerios, Egipcios, Mayas, Aztecas, Incas, Hopi, etc., entenderían mucho de qué se trata todo este proceso si no hubiesen sido instruidos por ellos.    

Es importante entender que el solo hecho de aceptar la idea de que no estamos solos y que formamos parte de una comunidad muchísimo mayor, es un paso fundamental en este gran cambio, y quizás sea la esencia misma del nuevo ciclo al que estamos entrando. 

Por un lado, nuestros hermanos mayores del espacio, nos ayudarán a conocer y entender mejor nuestra propia historia, esto debido a que claramente hemos sido víctimas de una vasta manipulación y ocultamiento de información, aparentemente orquestada por algunas razas -también exo-terrestres-  que habrían tenido como objetivo, desde ayudarnos a evolucionar hasta manipularnos e incluso esclavizarnos.   

¿Cómo podemos estar seguros que esta vez, al abrirnos a la gran comunidad galáctica no seamos manipulados y esclavizados?  No lo sabemos, no podemos estar seguros.  Sin embargo tengo la absoluta convicción de que ha llegado la hora de “salir del cascarón”, ya no podemos seguir ocultándonos como niños en las faldas de la mamá. No podemos seguir evadiendo la realidad como niños cobardes e inseguros; las evidencias de que no estamos solos son simplemente abrumadoras; la única forma de seguir negándolo es entregándonos complacientemente al absurdo discurso del ‘gobierno secreto mundial’, esta élite que nos controla y considera que la gente es estúpida e incapaz de lidiar con la verdad y por eso nos ofrece una “versión oficial” en la cual no debemos preocuparnos de nada, excepto de trabajar de sol a sol y juntar riquezas, que cada cierto tiempo ellos cosechan, con un ingenioso método que suelen llamar “Crisis Financiera”. 
¿Este es el estado de miseria y esclavitud en el que quieres seguir viviendo?
Si es así, te tengo una buena noticia: Es muy probable que puedas hacerlo. 
Según muchas fuentes (pueblos ancestrales, contactados, exo-terrestres, místicos, psíquicos, etc.)  podría ocurrir que la humanidad se divida, en al menos dos partes, y que una de ellas ascienda a una dimensión superior de existencia y la otra –la de aquellos que se resisten tenazmente al cambio- podrá seguir viviendo un tipo de realidad muy similar a la que tenemos  hoy… quizás pasando primero por un periodo de ajustes, turbulencia e incertidumbre. Incluso yo he llegado a pensar en la posibilidad -metafísica- de que estos últimos ni siquiera se enteren de que parte de la Humanidad ascendió a un nivel superior de existencia.  Esto podría explicarse por la teoría -muy avalada por la ciencia- de los Universos paralelos. O bien se podría explicar de la forma que lo plantea la psíquica Dolores Cannon con la siguiente imagen: Una persona asciende a una dimensión superior, dejando su viejo cuerpo atrás, mientras otra persona que no pudo ascender contempla el cuerpo sin vida y dice: “Pobrecito, malgastó toda su vida soñando con un ‘proceso de ascensión’ que nunca ocurrió.”

¿Triste? ¿Patético?  No, la verdad es que cada persona tiene el derecho de avanzar a su ritmo en esta experiencia de la existencia humana; y por cierto, nadie tiene derecho a presionar a otro para que abandone una realidad en la cual se siente cómodo. ¿Qué sentido tendría?

Ahora bien, para los indecisos: aquellos que están cansados de esta pesada y densa realidad, pero que les cuesta mucho creer que hay una alternativa; y sin embargo, quieren entender cómo sería… entonces digamos lo siguiente:

Imagina un mundo donde no haya miseria, hambre, enfermedades, guerras, terrorismo, delincuencia, explotación, abusos, perversiones, peligros, crueldad, muerte, etc.  Un lugar donde todo sea bello y armonioso; la gente amable, cariñosa, generosa y solidaria.  Donde haya recursos y bienes para todos, donde se trabaje sólo por diversión y satisfacción.  Donde todos gocen de salud, juventud y belleza. ¿Te cuesta imaginar que esto es posible?  Bueno quizá ese es el único impedimento para que tú puedas acceder a esa dimensión: “El simple hecho de no poder creerlo.”  ¿Y a qué puede deberse eso?  Simplemente a que aún no te has decidido a ser tú mismo todas esas cosas: Totalmente honesto, pacífico, amable, cariñoso, generoso, solidario, etc.  Podrás decir que no ganas nada con serlo tú si los demás no lo son.  Pero quizá estemos justo en un tiempo en el cual esa pobre excusa ya no funcione más y ahora quede en evidencia quién es quién, porque cada uno será de algún modo “movido” hacia una realidad que refleje exactamente su forma de pensar, sentir y actuar.  Las personas de buen corazón vivirán en sus propios paraísos; mientras la gente que siempre anda culpando a los otros de sus males y dando eso como excusa para no comportarse bien; tendrá justo lo que busca: múltiples excusas para su pobre comportamiento.

La decisión –como siempre- es tuya.